Raimundo González y Marta Araya, en mayo de 1976 iniciaron esta iniciativa, sin imaginar que estaban dando comienzo a un proyecto que ya lleva 41 años de funcionamiento. Para funcionar, solicitaron la autorización al Centro de Madre de la población, para utilizar una parte del terreno, en donde se instalaron en una pequeña y precaria casita, la cual con el tiempo fue creciendo, tomando forma como un espacio confortable para los niños. El comedor, funciona gracias a la gestión realizada por ellos, en la búsqueda de colaboradores, los que permiten el funcionamiento diario del comedor, dado que no cuentan con apoyo del gobierno, ni del Municipio. La labor que realizan es desinteresada, dado que no reciben ingresos por su trabajo, el cual no solo está enfocado en entregar alimentación, sino que también valores, fomentando la participación y la resiliencia de los niños, llegando a formar un grupo de 120 beneficiarios. Aun cuando, el camino ha sido difícil, continuan en su servicio .